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Sunday, February 12, 2023

Maxi-Single de 1987 que preveía el futuro a corto plazo en las discotecas de Europa.


Si antes 26 años eran una eternidad, ahora no son nada en el mundo de la música popular. Pareciera que, al menos desde nuestras trincheras, la música se hubiera estancado en un trance interminable de mediocridad: lo único que nos excita es la envoltura, el paquete que lleva el sonido. Las canciones ya no son el motivo principal de admiración de un artista, sino cómo se viste (Lady Gaga), en qué club se presenta (David Guetta), cuántos años tiene (Justin Bieber) o con quién se está acostando (Selena Gómez).



Foto de libreto del CD Best of Matt Bianco, 1990.

Single de 1986. Brillante.


Danny White, Basia Trzetrzelewska y Mark Reilly, 1984.

Uno puede darse cuenta que la música el 2012 está bien jodida cuando Madonna acaba de "cantar" en el Superbowl, un año después de que los Black Eyed Peas hicieran el ridículo en el mismo escenario; que la mejor cantante del momento, Adele, está en tratamiento de recuperación por una cirugía a las cuerdas vocales y que se retira de la música en cualquier momento, y que las mejores voces de los últimos 30 años, Etta James, Whitney Houston y Amy Winehouse, se hayan ido de pronto y dentro de un periodo breve, dejando un forado inmenso. Tiempos tristes estos.





Felizmente, para levantar la moral, está Matt Bianco si uno quiere arriesgarse. En 1988, el grupo (porque Matt Bianco es un grupo, no un solista; abordaré este detalle más adelante) tuvo un éxito relativamente grande en Estados Unidos con "Don't Blame It On That Girl", un número bailable que mezclaba el pulsante ritmo de Miami con una sutil vocalización británica. Pero Matt Bianco resultó ser un tesoro escondido en un océano de Top 100. Su música llega a donde Miami Sound Machine, por el lado latin pop, nunca pudo llegar, y a donde el smooth jazz jamás se atrevió a incursionar. De ahí a que sus álbumes sean, cada uno, una verdadera sorpresa.






El concepto de Matt Bianco nació cuando Mark Reilly, Danny White y Kito Poncioni se reunieron para crear música jazz-pop "globalizada". Quizás imaginaron que Matt Bianco era un "nombre clave de algún agente secreto británico que se queda de expatriado en el Caribe para hacer música y pasarla bien luego de alguna misión tortuosa en las congeladas planicies de la Siberia soviética", o quizás el nombre salió de la imaginación de Reilly, como si fuera un alter ego potencial. Llamaron a Basia Trzetrzelewska para que sea la vocalista y con ella grabaron el primer disco, mezclado por el exitoso productor Phil Harding, llamado Whose Side Are You On, el cual aquí ya hemos catalogado como una obra maestra. "More Than I Can Bear", una magistral balada, es regrabada con la voz de Basia adornándola por todos lados y se puede encontrar en algunas versiones posteriores del álbum.

Basia y Danny se enamoraron y dejaron Matt Bianco (es decir, dejaron solo a Mark Reilly) para trabajar en la carrera solista de la primera. Fue una buena decisión porque, tres años después, apareció de forma sutil y contundente Time And Tide bajo el sello Epic. Reilly decide continuar con Matt Bianco llamando a Mark Fisher, tecladista y genio de estudio. Junto a una pléyade de invitados, Reilly y Fisher lanzan una serie de discos apuntando al sonido latino pop de Miami Beach y el Caribe manteniendo un pie en el jazz y el pop suave apetecible al gusto inglés. Acertaron con Jenny Evans en la voz para el disco Matt Bianco del 86, el cual incluyó "Yeh-Yeh", un formidable y fresco cover de Georgie Fame & The Blue Flames.








Pero lo mejor llegaría en 1988 con Indigo, un disco totalmente latinizado que tiende a convertirse en álbum de cabecera y uno de los pocos casos en los que Emilio Estefan acerta produciendo un tema: "Don't Blame It On That Girl" se convierte en el  mayor éxito de Matt Bianco y sus claros sonidos de metales y piano montuno inundan muchas radios y discotecas. "Good Times" también atrae a los radioescuchas, pero es "Say It's Not Too Late", continuación natural de "More Than I Can Bear", la verdadera estrella del disco. Indigo en CD suena muy, muy bien. En vinilo, mejor todavía.

Matt Bianco exactamente no es un grupo sino una idea, un producto musical. Funciona en la imaginación del oyente: uno puede decirle a alguien quien nunca ha oído hablar de "Matt Bianco" que se trata de un cantante británico radicado en Miami o en Barbados que tiene una orquesta sensacional. También se puede decir que es un grupo sólido, o un dúo, o la banda de soporte de Basia en sus primeros años de carrera. Las posibilidades son ilimitadas y son nuestras, las de los oyentes.





Los discos siguieron apareciendo y sus producciones impecables sorprendían a mercados en Asia y Oceanía, mas no en los Estados Unidos ni Europa. Matt Bianco es muy querido en Japón e Indonesia, donde recientemente se presentaron en el festival de Jazz de Jakarta. Se trata de música entretenida, y no hay más vueltas que darle ni tres pies de gato que buscar. Son capaces de hacernos levantar las cejas al oír un cover como el de "What A Fool Believes", o hacernos oír más de una vez temas como "Anna Marie".






En el año 2004, Basia y Danny White se volvieron a encontrar con Mark Reilly y grabaron una secuela a aquel magistral debut, el Matt's Mood, que los encontró con veinte años encima, a los tres, y les dio una oportunidad más para tocar juntos. Basia, con una carrera muy respetada aunque irregular, quizás necesitaba un empujoncito de la nostalgia. Funcionó.





















En general, Matt Bianco responde muy bien en fiestas europeas o euro-asiáticas donde falte un toque caribeño, o donde la audiencia no esté lista para sonidos completamente afro-latino-caribeño-americanos. Intenten con "Don't Blame It On That Girl", verán que la fiesta se arma. Los fanáticos de Matt Bianco, pocos pero distribuidos en todo el mundo, saben de lo que escribo.













Thursday, February 9, 2023



The Look Of Love - The Burt Bacharach Collection (Rhino, 1998)

Rhino Records lanzó en 1998 esta colección de las canciones compuestas por uno de los músicos más creativos que ha dado Estados Unidos, Burt Bacharach.

Nacido en Kansas City en 1928, Burt se inició trabajando como compositor a sueldo en el famoso Brill Building. En 1969 Ganó dos premios Oscar por la partitura de la película Butch Cassidy And The Sundance Kid y por la canción Raindrops Keep Falling On My Head.

Estuvo nominado algunas veces más, por "Alfie" -de la película del mismo nombre- en 1967 "The Look Of Love" -de la película Casino Royale- en 1968 y ganador en 1981 por "Arthur's Theme", de la película Arthur.

Esta caja de 3 CDs es el mejor lanzamiento de Rhino sobre un artista determinado en toda la historia de la compañía, al crear por primera vez una colección de las canciones de Burt Bacharach interpretadas por los artistas que las hicieron éxitos y, en algunos casos, obras esenciales de la música popular. Entre 1958 y 1970, Burt compuso junto al letrista Hal David obras maestras como "This Guy´s in Love With You", "Any Day Now (my beautiful bird)", "What The World Needs Now Is Love", "Raindrops Keep Falling On My Head", "Knowing When To Leave" y "Close to You", ésta última a cargo de Carpenters, herederos de la tradición Bacharach en los setentas.
Cabe destacar la canción "Wives and Lovers", que es una de las apologías más elegantes a la infidelidad. La canción más preciosa y llena del estilo Bacharach de la caja es "Alfie" (de la película del mismo nombre, de 1966, con Michael Cane como protagonista) interpretada por una de las mejores voces blancas de la historia: Cilla Black. Únicamente esta canción justificaría la adquisición inmediata de esta caja de pandora.

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