¿Beatles y sexo se pueden combinar? Nunca se desligaron. El mismo Paul McCartney confiesa en el comentario de audio del DVD de la película Magical Mystery Tour que los Beatles eran jóvenes y viriles en pleno 1967, y por tanto se podían dar el lujo de mostrar a la terramoza Wendy Winters (Mandy Weet) en ropa interior comiendo en el restaurante de la famosa escena del sueño gástrico de John Lennon. También la energía sexual de la banda logró que apareciera en el mismo film una stripper (Maggie Wright) bailando en la carpa-cabaret. Aunque la desnudez de esta última fue oculta por la censura descarada, se pudo mostrar en el material adicional incluido en el DVD.
La revolución de los sesentas fue mucho más que simple paz y amor. Por si no lo sabían, estaba sexualmente cargada como si las hormonas fueran iones de litio listos para mover a un mundo que se iba dando cuenta que, si no follaba, podía causar otra guerra mundial.
¿En quiénes se inspiraron los Beatles para sus canciones eróticas? Pues en las groupies. El LP Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (junio de 1967) es el disco del verano del amor, del encanto de las flores y de los colores de estío; pero Magical Mystery Tour (diciembre de 1967) y, sobre todo, The Beatles (noviembre de 1968) -el famosísimo “Álbum Blanco” y hasta ahora el LP más vendido de los sesentas- cuentan, en doble sentido y en algunos casos cuasidirectamente, de una actividad sexual ya liberada y desenfrenada de la banda para con las groupies.
Los Beatles tienen a dichas groupies a sus pies, y ellas van desde simples chicas de clase media hasta damas de la realeza británica, modelos cotizadas, fotógrafas profesionales de familias de alta alcurnia estadounidense y hasta artistas del Lejano Oriente. Ya para agosto de 1968 había pasado un año de la muerte de Brian Epstein, la figura paternal/maternal de la banda quien les había enseñado a vestirse, a actuar, a mostrar una educación y una moderación que de cuando en cuando en el escenario, con una sacudida de cabeza y un “wooo” podía hacer que las mujeres se orinen ahí mismo, que tengan un orgasmo.
Los Beatles no tenían el poder político de Adolf Hitler, quien también causaba sensaciones similares en las mujeres alemanas de raza aria durante sus grandes y escalofriantes “rallies”, pero sí eran artísticamente muy buenos e infinitamente superiores al líder Nazi (si han visto las pinturas de Adolf se darán cuenta). ¿Las mujeres son atraídas por el poder? Sí, claro, algunas. Pero personalmente preferimos a las que son atraídas al arte, especialmente a la música.
A Hard Day’s Night es el LP de más “actitud viril” con un Lennon haciéndole el amor a su esposa luego de un día de trabajo, un McCartney dándose cuenta de que por más dinero que tenga no puede acostarse con la mujer que desea, y un George haciéndose el difícil en la pista de baile: como ya lo mencioné, él siempre las conseguía bellas y sofisticadas.
Las cosas parecen irles mal con las mujeres hacia Help! y Rubber Soul. En estos discos les cae una profunda depresión quizás causada por el exceso de fama y la marihuana y, aunque no hay discusión alguna sobre la calidad de las canciones, estas llevan un tono cáustico y algo misógino. Las chicas ya no le devuelven las llamadas a Paul, los encuentros casuales extramaritales de John terminan en apartamentos incendiados y golpizas, Ringo está de capa caída y el único a quien parece no importarle todo esto es a George, quien tiene una actitud tan madura para con el sexo opuesto que cada tema suyo, como "Think for Yourself", parece ser una lección de vida para los otros tres. El single "Day Tripper" es sobre una chica quien deja plantado al narrador y lo deja "al palo" después de una noche de seducción. Pudo haberse llamado "cock-teaser" (o "calienta-bolas") pero eso hubiera escandalizado a Brian Epstein primero, y al mundo después.
Como ya lo indicamos, Pepper es el disco del amor, y si creen que el sexo no está presente, pues se equivocan: la última frase del disco es “I’d love to turn you on”. El single "Penny Lane" está cargado de doble sentido a actividades sexuales de adolescentes en Liverpool. En Magical Mystery Tour tenemos psicodelia sexual pura de John con “I Am The Walrus” y el tema título, aunque la excitación cae con la melancolía de “Fool on the Hill” y el edipismo de “Your Mother Should Know”, ambos temas a cargo de Paul.
El Álbum Blanco es el más evidente testamento de un intenso y a la vez maduro erotismo en canciones como “Back in the U.S.S.R.” y “I Will”, y no tan oculto como en “Why Don’t We Do It In The Road”. Las insinuaciones continuarían en Abbey Road y Let It Be con “Come Together” y “I’ve Got A Feeling” pero claro, sería muy “enfermizo” de nuestra parte creer que hay connotaciones eróticas en “Let It Be” o “Maxwell’s Silver Hammer”.
1970 encuentra a los Beatles totalmente controlados por sus mujeres, quienes los conquistaron a ellos, no ellos a ellas. El juego de ser “grupo” había acabado y empezaba otra década y otra etapa en sus vidas. Las cuentas regresivas al 8 de diciembre de 1980 y al 29 de noviembre del 2001 se habían iniciado, pero qué bien que la pasaron en esas giras y aventuras orgiásticas, desenfrenadas y sin preocupaciones: prueba de ello son sus fantásticas canciones, escritas en hoteles, autos, aviones y en camas ajenas.