Algo curioso me pasa cada vez que leo noticias de los Rolling Stones. Me encanta saber que a sus cuatro décadas de trayectoria musical, la banda sigue siendo foco de atención, con una fanaticada impresionante y contagiosa. Los discos de los Stones se venden como pan caliente, ya sean de los sesentas o noventas o dosmiles, y la historia de la banda se sigue escribiendo: Mick le hace un hijo a una modelo brasilera, Keith se cae de un cocotero y queda más groogy que antes (aunque parezca imposible,) Charlie Watts se recupera de su quimioterapia para eliminar un cáncer a la garganta y para remate: Ron Wood se interna en una clínica para que se le pase su adicción al alcohol. Con el paso de los años, los Stones se han vuelto amigos nuestros, compinches reconocidos mundialmente como lo más perenne de la rebelión musical. Después de Fidel Castro, son el ícono sesentero que más presidentes norteamericanos ha sobrevivido. Las aventuras de los Stones son posibles de seguir a través de millones de fans que escuchan sus canciones aunque no entiendan un pito de lo que digan. Una banda que ha pasado penurias y alegrías, giras empolvadas de cocaína por todas partes, escándalos, cárceles, la muerte de Brian Jones, la traición Judásica de Andrew Loog Oldham, la creación de Rolling Stones Records, la pelea entre Mick y Keith después del desastrozo "Dirty Work," la reconciliación posterior, la partida de Bill Wymann y las giras de "Steel Wheels," "Voodoo Lounge," "Forty Licks" y "A Bigger Bang," y la lucha contra la vejez de mente, mas no corporal.
Si me preguntan qué va a ser de ellos en los próximos diez años, les digo: van a seguir tocando. Es una maquina que no podrá parar. Eventualmente morirán, como todo el mundo, y sólo hasta que uno de ellos estire la pata, ahí considerarán el desbande o el retiro. Una cosa es cierta: a Mick le han estado preguntando "¿Es esta la última gira?" desde 1966. Y lo tiene grabado por ahí.
Aunque hace poco tiempo se anunció que la gira de los Rolling Stones continuaría, tras haber suspendido algunos conciertos en Europa por la caída de guitarrista Keith Richards de una palmera, ahora los contratiempos vienen de la mano del bajista de la banda. Ronnie Wood, quien fue internado en una clínica para tratar su alcoholismo, con lo cual los conciertos quedan pospuestos nuevamente.
Londres (dpa). La gira europea de los Rolling Stones parece que afronta nuevos obstáculos después de que el guitarrista Ronnie Wood fuese admitido hoy en una clínica de desintoxicación de Londres para tratar su adicción al alcohol.
El rockero espera "regresar a casa" dentro de un par de semanas, según dijo su portavoz.
El tabloide británico "The Sun" informa hoy que Wood, quien cumplió el 1 de junio 59 años, ha estado "pasándose" últimamente en lo que a fiestas y consumo de alcohol se refiere.
Los Stones tienen previsto proseguir con la parte europea de su gira mundial Bigger Bang el 11 de julio en Milán.
Las fechas de la gira ya fueron modificadas después de que otro miembro del grupo, Keith Richards, se accidentara en la cabeza tras caerse de una palmera durante unas vacaciones en las islas Fiji.
"Necesita descanso, pero seguro que estará listo para la primera noche del tour europeo", dijo el portavoz de Wood.
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