Breezin’ es el disco más exitoso y a la vez precursor de la historia de la música popular. Es una colección de seis canciones que puede ser admirada por la destreza de sus ejecutantes, por el sentimiento de sus composiciones, o por la calidad de su producción. Con este disco George Benson trepó a la cima de tres listas de Billboard: Jazz, R&B y Pop, tres encasillamientos basados en las tres maneras previamente descritas de admirar al carismático guitarrista y cantante.
El disco es uno de los mejores álbumes de la historia de la música grabada y punto. De hecho, cada uno de los temas es tan bueno que podría ser extendido por una hora para tener un total de 1/4 de día con George Benson adornando nuestro tiempo. Y pensar que a simple vista parece un disco de covers. El tema título, una copia embellecida de un instrumental de Gábor Szabó y Bobby Womack escrito por este último y lanzado hacía seis años, abre el LP y propone al oyente de jazz a bajar la guardia y al oyente de pop a descubrir la facilidad con la que un solo puede representar emociones, más que palabras.
En mi opinión el tema estelar es “Six to Four”, un barajo entre cuatro y seis compases compuesto por el bajista y guitarrista Phillip Upchurch en el cual todos los músicos, incluyendo la orquesta conducida por Claus Ogerman, se divierten de una forma tan inocente que cualquiera pensaría que son niños de diez años.
Como ya lo dije, el disco debut del guitarrista y cantante George Benson para Warner Brothers fue de un éxito feroz: alcanzó el número uno en las listas de jazz, pop y R&B al mismo tiempo. Vendió como pan caliente y ganó Grammys a por doquier, gracias a la performance de Benson y sus colegas y a una producción impecable y aséptica de Tommy Lipuma. Un cover de Leon Russell, “This Masquerade”, de ocho minutos, fusiona los tres géneros antes mencionados y crea uno nuevo, que a la larga se convertiría en el refugio de los músicos virtuosos mediocres: el smooth jazz.
Breezin' será todo lo perfecto que uno quiera, pero terminó creando un género equivalente a música de elevadores, recepciones de dentistas, y cortinas musicales de TV (el tema título fue usado en Perú en los primeros años de Frecuencia 2, hoy Latina). Pero si ponemos nuestra mente en aquel 1976, cuando no existía el smooth jazz y escuchamos a George Benson emular con su guitarra hollow body a su maestro Wes Montgomery, con influencias claras de Tal Farlow y Kenny Burrell, descubriremos una maravilla musical que no busca sorprender por su virtuosismo o técnica sino por lo agradable de su sonido al oído humano. Benson es un guitarrista de primera pero jamás he oido a ningún crítico de jazz decir que es un virtuoso, felizmente.