We are also on Facebook, Instagram and Twitter!
 

Radio Schedule



Support our band and online radio!


Via PayPal

 

 

 

Friday, January 29, 2016











Lemmy.






El invierno de 1969 es considerado por algunos
historiadores de los Beatles como "el invierno del descontento", en
el cual los Beatles por primera vez se miraron unos a otros y dijeron “esto ya
no da para más”. Pues bien, el invierno del 2016 (o verano para el hemisferio
Sur del mundo) es también otro de descontento, aunque yo lo llamaría el
“invierno de las emociones intensas”.







En solo unas cuantas semanas el mundo del
entretenimiento fue impactado con noticias buenas y malas cual meteoritos
chocando la tierra e intentando generar un Apocalipsis, una extinción masiva.
Un evento masivo y agradable (el estreno de Star
Wars: The Force Awakens
) consoló a un mundo lleno de violencia e
hipocresía, sufriente luego de ataques en Francia, EE.UU., Mali... por unos
cuantos días todos, incluyendo los terroristas, parecían haberse olvidado del
negocio de matar.







Glenn Frey, Don Henley y Joe Walsh, 1979.


Hasta que llegó el 28 de diciembre, Día de los
Inocentes, y un afligido Billy Idol da una noticia que no era broma: Lemmy
Kilmister de Mötorhead había muerto a los cuatro días de su cumpleaños número
70 y a los dos de un diagnóstico de un cáncer fulminante. Nos estábamos
recuperando tomando un Lemmy (el
trago favorito de Kilmister, Jack Daniels y Coca-Cola) cuando el 11 de enero se
jodió todo: Bowie fallecía en una fría mañana londinense, tres días después de
su cumpleaños número 69 y de haber lanzado Black
Star
, un muy buen disco donde el duque blanco lidia con el ángel de la
muerte. Poco después, el 18 de enero, Glenn Frey, guitarrista y cantante de
Eagles, se reunía con Bowie y Lemmy y el supergrupo de los fallecidos quedó
formado, ya que John Bradbury, baterista de Specials, había muerto el mismo día
que Lemmy, así que guitarra, bajo, batería y vocales ya estaban rumbo al más
allá. Faltan teclados pero Rick Davies de Supertramp, quien ahora no está bien
de salud, aún no está listo para perder la batalla contra la pelona.





La cosa es que con las muertes de Lemmy, Bowie
y Frey se ha declarado oficialmente la muerte del concepto de rock and roll superstar, en el cual un
artista vivía su vida tal como si estuviera en el escenario las 24 horas del
día, los siete días de la semana. Eran otras épocas en las cuales un músico
podía vivir de las ventas de sus discos y de lo que tocaba en vivo.





En los setentas, ochentas y noventas, esto era
bastante común, y la conceptualidad de artistas originales y magníficos como
Bowie nos inspiró a nosotros, músicos y oyentes, a vivir bajo nuestra ley. No
tienes que ser admirador del trash o speed metal para admirar a un tipo como
Lemmy, ni tienes que vestirte de forma andrógina para ser fanático de Ziggy
Stardust, el personaje con el que Bowie remeció la industria musical, solo para
seguirla cambiando a cada rato. Sin Bowie no hubiera habido NADA de lo que se
oyó en los ochentas, y no pecamos de exagerados al decir que fue la estrella de
rock más influyente del rock and roll después de Elvis Presley, John Lennon y
Mick Jagger.





Mientras Bowie cambiaba de ropa y personalidad
en cada disco, Lemmy Kilmister de Mötorhead se mantenía igual: agresivo,
ruidoso, violento y veloz. Su banda, un power-trio acelerado que volaba cabezas
en los discos y en los conciertos, tenía como propósito satisfacer a una
audiencia en búsqueda de sexo, alcohol, drogas y bulla. En 1977 el speed metal
nacía con el debut de la banda, Mötorhead,
y una vez más el rock and roll engendraba otra cultura de motocicletas,
cadenas, logotipos puntiagudos y mucho cuero negro. Lemmy nunca se jactó de
haberla creado; más bien se alegró de poder tomar su Jack Daniels con Coca-Cola
(trago ahora bautizado como Lemmy) en
el bar Rainbow de Los Angeles, donde pasaba la mayor parte del tiempo. La
música, bebidas y drogas fuertes lo mantuvieron activo y es un misterio cómo no
falleció de sobredosis en algún momento; aunque mucho de lo que se escribe
sobre nuestros roqueros favoritos son, eh... exageraciones, ya que una cierta
actividad o estilo de vida no determina un cierto comportamiento de abuso de
alcohol o estupefacientes, caso contrario muchos políticos y banqueros serían
"roqueros" también.





Pero el abuso de sustancias no es sinónimo de
una corta vida o muerte prematura, sino más bien de una vida miserable. Ahí
tienen al cuasi-inmortal Ginger Baker (a quien vimos el 2015 tocar la batería
fumando varios cigarrillos y jactándose de haber sido adicto por muchos años a
la heroína. Apenas puede caminar, y aunque mantiene una lucidez que otros
músicos menores que él ya la han perdido (como Malcolm Young de AC/DC), vive
quejándose de sus males. El accidente cerebro-vascular que envió a Gustavo
Cerati a coma, y de ahí a la muerte, fue causado por el tabaco.







Red Octopus de Jefferson Starship, con Paul Kantner.


Las drogas aunque parezcan atractivas, o
aunque yo parezca una Nancy Reagan, son malas y punto. Matan a nuestros ídolos
musicales, y también a nuestros familiares. Sabemos lo que son y el daño que
hacen, pero al parecer meternos con ellas nos hará quedar como estúpidos.
“Drogas duras llenan sepulturas”, afirma Jorge Martínez de la banda Ilegales,
pero ni él tiene un apalancamiento suficiente para invertir tendencias. Al
parecer nadie lo tiene, porque el fenómeno “droga” siempre ha estado vinculado
con el ser humano.





Escribo estas líneas y me entero de otra baja:
Paul Kantner de Jefferson Airplane (y posteriormente de Jefferson Starship), y me apresuro a advertir que, obviamente,
la lista se irá alargando este 2016, y tenemos que estar preparados no solo
para llorar a nuestros ídolos cuando se hayan muerto, sino para celebrarlos aún
vivos. Vayamos a sus conciertos, compremos sus discos y mercadería y, sobre
todo, divulguemos su talento por todas partes, de poder, lejos de la Internet
que tanto daño está haciendo ahora, no solo con la piratería sino también con aplicaciones
“legales” como Pandora y Spotify, a los artistas de toda índole. Dejemos de ser
hipócritas al llorar a Bowie, Frey y Lemmy para luego ir a descargar su música en
sitios torrent y no comprarla en CD,
cassette o vinilo. Nosotros hemos contribuido a la muerte de la música en
muchas formas, y debemos asumir esa responsabilidad para crear una industria musical
sostenible, incluso si esta nunca lo haya sido.

0 comments:

Post a Comment

Disclaimer

This is not your common radio station and we're 100% sure you won't find anything like this anywhere else. CacaoRock Online Radio is a non profit online radio station.

Copyright Disclaimer under Section 107 of the copyright act 1976, allowance is made for fair use for purposes such as criticism, comment, news reporting, scholarship, and research. Fair use is a use permitted by copyright statute that might otherwise be infringing. Non-profit, educational or personal use tips the balance in favor of fair use.