Una vez, hace diez años, escuchaba a la gran Diana García en su programa “Tú, Yo Y Mis Discos” en Telestereo. La desparecida y recordada amiga mía presentaba una canción de los Rolling Stones, “Undercover Of The Night,” una canción en la cual la banda acusaba las violaciones a los derechos humanos en El Salvador durante los ochentas. Diana García comentó, muy a su delicada manera, que “la música y la política no deben mezclarse nunca, aunque esta vez los Stones lo hicieron...”
Aunque yo adoro a Diana García y su memoria, me pareció que aquí Diana soltó una roca gigantesca. La música, parte del arte humano, es política y está ligada directamente a lo que el pueblo creador sufre: desde lo más bueno y pacífico hasta Sendero Luminoso.
No he tenido el gusto de ver "La Teta Asustada" de Claudia Llosa, pero para que la premien en Berlín debe ser buena y compleja. Me alegra que la directora tenga una visión política y definida y muestre la realidad la cual los peruanos nos tuvimos que soplar por culpa de gobiernos ineptos que ignoraron las alarmas (“son ladrones de ganado solamente,”) subestimaron al enemigo (“les damos 72 horas para que entreguen sus armas,”) y hasta alabaron la mística del Pensamiento Guía en un olvidado discurso presidencial en Ayacucho. Lo único que no me convence: “La Teta Asustada” tiene un título que parece de película de Porcel y Olmedo o de la tropa de “Mañana Te Cuento”, mejor está su título en inglés: The Milk of Sorrow, "La Leche de la Tristeza."
Aunque yo adoro a Diana García y su memoria, me pareció que aquí Diana soltó una roca gigantesca. La música, parte del arte humano, es política y está ligada directamente a lo que el pueblo creador sufre: desde lo más bueno y pacífico hasta Sendero Luminoso.
No he tenido el gusto de ver "La Teta Asustada" de Claudia Llosa, pero para que la premien en Berlín debe ser buena y compleja. Me alegra que la directora tenga una visión política y definida y muestre la realidad la cual los peruanos nos tuvimos que soplar por culpa de gobiernos ineptos que ignoraron las alarmas (“son ladrones de ganado solamente,”) subestimaron al enemigo (“les damos 72 horas para que entreguen sus armas,”) y hasta alabaron la mística del Pensamiento Guía en un olvidado discurso presidencial en Ayacucho. Lo único que no me convence: “La Teta Asustada” tiene un título que parece de película de Porcel y Olmedo o de la tropa de “Mañana Te Cuento”, mejor está su título en inglés: The Milk of Sorrow, "La Leche de la Tristeza."
En fin, ya la veré pronto –espero- y así aún no la haya visto, felicitaciones a la señorita Llosa por tener las pe... digo, las agallas (o tetas) de hacer una película tan interesante, emocional, histórica y política.
No nos olvidemos de lo que pasó. Y sobre todo, nunca ceder a la indiferencia.
No nos olvidemos de lo que pasó. Y sobre todo, nunca ceder a la indiferencia.
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