Pepe Ludmir (Lima, 1932 - Los Angeles, 1995) pudo haber sido el cinéfilo peruano que más cerca llegó a codearse con las estrellas de Hollywood, aquel paraíso productor de fantasías llamadas películas.
Esta semana, a raíz de los premios Oscar, me vino a la memoria las veces que él narraba la ceremonia en diferido, una semana después de que los premios se hayan entregado y que la fiebre ya se había pasado. Los cinéfilos estaban furiosos con Pepe y con Panamericana, la cadena de TV peruana que adquirió los derechos hasta 1995, por no transmitir la entrega de premios en vivo.
Yo también le dí con palo, sin escribir ninguna carta a ningún medio, pero sí me pareció egoísta que él sí podía asistir a la ceremonia, tomarse el tiempo de traducirla, encontrarle significado a algunos chistes localistas Hollywoodenses (que abundan y hasta aburren), y luego entregar su video al Canal 5 para que lo propale el siguiente Domingo, con todo cuajo, diciendo: "Listo. Ahora sí el Perú puede ver el Oscar versión Ludmir."
Algunos para evitar verle la cara y oir su voz una semana después, aguando la fiesta, trataban de conseguir la señal vía cable, sin mucha suerte porque las dos compañías de cable bloqueaban la señal de ABC debido a los derechos adquiridos y los fanáticos del cine, furiosos, le mentaban la madre al Telecable, a Telefónica del Perú y porsupuesto, a Ludmir quien era el amo y señor de la televisión dedicada al cine.
Ludmir terminaba sus transmisiones en diferido con una frase amistosa a los televidentes: "'¡nos vemos en el cine!," que para mí en los ochentas y noventas sonaba más como "¡el próximo año les hago la misma, conchesumadre!"
Panamericana y Ludmir terminaron su relación contractual en 1995 y Pepe se fue con sus videos y cachibaches a Frecuencia 2 (ahora Frecuencia Latina) y resultó que este canal ya tenía planeado transmitir la ceremonia en vivo mientras Pepe iría traduciendo al instante, sin edición, la sarta de chistes de Billy Crystal o Whoopy Goldberg. Pepe falleció de un infarto poco antes de la ceremonia de 1996. Su hijo Bruce lo reemplazó pero no pudo contener, al final, sus lágrimas y lloró por su padre.
Nosotros, en ese momento, también.
No sólo por Pepe sino porque la ceremonia fue muy pobre y mediocre: "Braveheart" de Mel Gibson se llevó el premio mayor y hasta ahora se considera una de las mayores injusticias en la historia de los premios. De pronto nos dimos cuenta de que sin Ludmir, el encanto de ver una ceremonia en diferido traducida con amor al séptimo arte se había esfumado.
Por tanto Ludmir logró callarnos la boca desde el más allá. Muerto él, se murió la magia de la ceremonia que se veía en Perú a través de Panamericana televisión, a cinco mil millas del Dorothy Chandler Pavillion y ya pasada una semana. Ludmir, nos guste o no el retraso y el disfuerzo, le ponía un entusiasmo y una pasión tan intensa a cada emisión, entrevista y comentario que pareciera que ese era su fuerte, su vocación: codearse con Hollywood y poder contarnos acerca de las películas y demás aventuras que ocurrían en la ex plantación de Naranjas al Norte de Los Angeles. En resumen: una ceremonia en diferido es mejor que en vivo... por último, las sorpresas en los Oscares van en continua disminución.
Durante sus años en Panamericana, lo que Ludmir debió haber hecho fue haber transmitido en vivo la ceremonia con él comentando, no traduciendo, y luego repetir una semana después con una traducción coherente, correcciones y ediciones necesarias del caso. Debió haber tenido un programa de una hora o dos a la semana dedicada al cine de la misma forma que el fenecido Roger Ebert lo tenía en ABC. Debió habernos contado más sobre qué cintas ver y qué cintas no ver (aunque jamás lo vi criticar negativamente a un filme, ojo). Sabíamos que su película favorita era "Ladrones de bicicletas" de Vittorio de Sica (o sea, le gustaban dramas bien dramones) y que tenía una debilidad psico-erótico-sexual por Sofía Loren (quién no).
El Oscar tiene mucho de Ludmir. Él se jactaba de haber sido uno de los primeros periodistas en asistir a la ceremonia cuando ésta sólo se transmitía por radio (imagínense, ¡nadie podía criticar los vestuarios de la alfombra roja!) y el primer periodista latinoamericano en cubrir el evento. Su influencia, muchas veces criticada y renegada, se puede sentir en cineastas como Luis Llosa, quien se fue a Hollywood y consiguió calatear a Sly Stallone con Sharon Stone en "El Especialista", en Bruno Pinasco, quien se vacila duro yendo a Los Angeles a perseguir a Jennifer Lopez, y hasta en críticos más severos como Alberto Servat y Federico De Cárdenas. ¿Pepe Ludmir inspirando a Francisco Lombardi a convertirse en cineasta? ¿Por qué no? Como periodista de Espectáculos Pepe Ludmir se notaba que esperaba más de los artistas peruanos, pero no de los hollywoodenses porque para él la meca del cine era el non plus ultra. Adoraba al cine pero nunca se involucró directamente en éste. Ludmir prefería estar junto a los espectadores y estoy seguro que de cuando en cuando, durante la proyección de alguna película, él se volteaba a mirar a los espectadores, al ser él vínculo, nexo entre la película y los simples mortales.
Creo que esta fue su última entrevista antes de morir:
2 comments:
ALGUIEN TIENE LA FAMOSA FOTO DE SU ENTREVISTA CON LA ACTRIZ bROOKE sHIELDS?SALIO EN TODOS LOS DIARIOS DEL PERÚ!
Pepe Ludmir y Brooke Shields...
http://www.arkivperu.com/arkiv_ludmir-shields.jpg
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