Es menester comentar sobre el larguirucho compositor y cantante dominicano Juan Luis Guerra, quien conquistó a punta de bachatas toda Latinoamérica en 1990. En el festival de Viña del Mar del verano 91 se rasgaron las vestiduras por él y en Lima el suceso fue apoteósico hasta más no poder. Por ser un artista trascendental para la música en Latinoamérica, comentamos su disco más exitoso, Bachata Rosa.
La pregunta que me viene a la mente es: "¿Qué cosa es una bachata?" Según el diccionario, en Cuba y Puerto Rico significa "juerga, jolgorio". Pero Juan Luis Guerra define a bachata como una especie de bolero mezclado con lírica de Nueva Canción (obviamente, sin connotaciones de protesta ni nada por el estilo liricista de la música cubana). ¿En qué quedamos? Pues que el término es un encasillamiento a una forma de música creada por una sola persona, un solo país, una sola latitud. Y eso no es nada bueno, puesto que los géneros cada vez se van diluyendo más entre ellos, únicamente para crear nuevas definiciones textuales que, bueno, de nada sirven a la larga. El nombre del disco es terriblemente cursi, al igual que la portada y la camisa del dominicano, pero la música incluída en ese disco tiene muchas influencias que van del bolero cubano, Pablo Milanés y todo su rollo de Nueva Trova, llegando hasta los acordes de los Beatles. Cartas de Amor es una salsa bien compuesta y quizás el mejor tema del disco, pero lo que dio a Guerra su fama fueron Burbujas de Amor, Como Abeja al Panal, Rosalia, A Pedir su Mano y, por sobre todas las anteriores, La Bilirrubina, un merengue con un esqueleto musical semejante al A Hard Day´s Night de los Beatles.
Juan Luis Guerra era el rey del merengue. Arrasó con todo como si fuera un tsunami al mismo tiempo que el tsunami de Fujimori ganaba las elecciones presidenciales en el Perú, en Julio de 1990. El especialista en música afro-latino-caribeño-americana Luis Delgado Aparicio, fue muy exacto al afirmarlo: "los ídolos máximos de la música tropical: Perez-Prado en los 50, Rubén Blades en los 70, Juan Luis Guerra en los 90". Por supuesto que esta afirmación la hizo en 1991, cuando se esperaba que Juan Luis Guerra y la 440 dominen las listas por lo menos hasta 1996. Pero Guerra no supo manejar bien su carrera y por razones que desconocemos, lanzó algunos discos sin mucho éxito y por estas fechas (marzo de 1999) acaba de lanzar su última producción. Antes del fenómeno Bachata Rosa, Guerra había publicado algunos discos buenos, como Ojalá que Llueva Café, pero le faltaban difusión, que es el factor más importante para el éxito de un artista en los países subdesarrollados donde la música es, lamentablemente, un "lujo"; sin importar cuán bueno o malo sea el artista.
Quizás la culpa haya sido de la disquera Karen Records, que no supo contener el éxito que le dio el Bachata y echó a perder la carrera de Guerra con decisiones inacertadas, tal como hizo CTI Records con Deodato -lo cual comentaremos más adelante-.
Quizás la culpa haya sido de la disquera Karen Records, que no supo contener el éxito que le dio el Bachata y echó a perder la carrera de Guerra con decisiones inacertadas, tal como hizo CTI Records con Deodato -lo cual comentaremos más adelante-.
En fin, este CD ahora está descatalogado en Amazon.com y en las demás tiendas on-line, pero los grandes éxitos que dio este álbum están en varios recopilatorios.
0 comments:
Post a Comment