El Huevo de Colón (CBS, 1992)ORQUESTA MONDRAGON (La colección de discos en Amazon.com)
Hay algo extraño en todo lo que pasa en el mundo. Guerras, conflictos, encuentros violentos de culturas, y la mayoría de todas esas anécdotas se las debemos a un genovés que tuvo la brillante idea de navegar al Oeste para evitar ir por el Este y chocarse con los malditos moros. De no haber existido el continente americano, Colón hubiera fracasado estruendósamente, y probablemente el continente americano hubiera sido descubierto unos siglos después por navegantes holandeses, franceses o qué se yo.
Así es, nuestro idioma, nuestra raza, nuestras costumbres como americanos... en fin, todo lo que pasa en cada minuto del día tiene como original responsable a Cristóforo Colombo, il genovese. Un irresponsable que no estudió matemáticas lo suficiente como para saber que el mundo era mucho más grande y redondo de lo que él se imaginó en algún momento.
Es muy probable que Colón se pareciera mucho al líder de la Orquesta Mondragón, Javier Gurruchaga (o Gurruxtaga, de acuerdo al País Vasco) y que su viaje estuviera cargado de dudas, revueltas y dramas. Gurruchaca aprovechó la celebración de 500 años del encuentro de dos culturas (a decir verdad, la carnicería multicultural) para poner a la venta uno de los álbumes más interesantes del rock español. Lamentablemente, El Huevo de Colón se encuentra descatalogado, gracias a la dejadez de las distribuidoras como Sony Music y DRO. Relanzarlo no sería mala idea, al menos para mí.
Cuando empieza el disco, una voz de mujer en inglés nos hace saber que Colón, de golpe, es un huevón. Y su huevo se hace más grande a medida que el disco avanza. "A Mil Por Hora", "Money Money" y "La Hora del Rock and Roll" son los números rockeros del disco. "Paris Boulevard" y "Angel" son las baladas avant-garde con la participación de Ana Belén, muy provocativa y erótica. "Márchate de mi Vida" trata de acercarse al R&B de Sam and Dave, pero no lo logra, siendo el tema más flojo del disco, junto a "Dos Amigos y Una Mujer", dueto de Gurruchaga con Antonio Banderas. La cosa puede ir mejorando con "Johnny", otro monstruo asesino en serie, al mejor estilo de Cristóforo Colombo.
Una novia subversiva que terminará tirándose a un oso.
Para "El Huevo de Colón", Gurruchaga grabó la misma canción en ritmo afrocubano y en rumba flamenca, representando a ambos lados del charco. El típico movimiento de piano que nos hace recordar a la Sonora Matancera envuelve la historia del marinero loco que se lanzó a demostrar que su locura tenía que estar fundamentada en algún lado. La versión flamenca es dejada para el final del álbum, siendo el mejor tema del disco. Fiesta y alegría en la carabela número cuatro.
Al final, el álbum nos deja una grata sensación en los oídos. Hemos escuchado tantos adefesios y música plástica últimamente que, al parecer, El Huevo de Colón es una buena cura contra aquella enfermedad llamada música popular de hoy.
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